
13 Jul Baño: Rutina y vínculo
Algo que tenemos claro es que los niños necesitan rutinas, actividades que hacemos diariamente, o con cierta regularidad en el caso del baño, que les dan seguridad en su día a día para jugar, crecer y desarrollarse sin sobresaltos.
No solo proporciona seguridad, el momento del baño nos ofrece la posibilidad de estimular los sentidos del bebé y afianzar nuestro vínculo con él. Promueve el contacto visual y el tacto. Por todo eso, es importante elegir el momento, preparar el ambiente e intentar disfrutar de este momento de relajación en familia.
El tiempo de baño en los niños pasa por diferentes etapas. Cuando son muy bebés es posible que no necesiten un baño a diario, pero llegará un momento en que bañarse será una necesidad para su buena salud.
Beneficios del baño para el bebé
Genera un vínculo especial entre los padres y el bebé, fortalece el vínculo afectivo y refuerza los lazos.
Favorece el crecimiento cerebral, la habilidad mental, los reflejos y la capacidad de recepción.
Favorece el desarrollo del habla, el oído y la capacidad de observación, es el momento perfecto para que le hables, le sonrías o le cantes.
Ayuda a conciliar el sueño, el agua relaja los músculos y provoca sensación de bienestar en la mayoría de lo bebés.
Mejora su salud, ayuda a prevenir enfermedades e infecciones.
Primeros baños
¿Cuándo dar el primer baño? A partir del 4º o 5º día, no es necesario que se le haya caído el cordón umbilical (seguid indicaciones del pediatra).
Acondicionar el cuarto de baño para que la temperatura sea alrededor de 24º.
Ten a mano todo lo necesario, toalla para secar, ropa de cambio y pañal.
Comprueba la temperatura del agua con un termómetro o con la parte interna de la muñeca. La temperatura ideal es entre 34º-37º.
Controla en todo momento su posición. Mantén bien sujeta la cabeza con una mano tras la nuca o colocando un brazo en su espalda.
Bañarlo con movimientos suaves y delicados, comenzando por la cabeza y por último los genitales.
Presta atención a las zonas donde puede acumularse suciedad o sudor, el cuello, axilas, ingles, etc…
Los primeros días no es necesario utilizar jabón, lo puedes sustituir por productos naturales.
No todos los bebés disfrutan del baño desde el primer momento, es posible que llore, que este incómodo y que el baño termine antes de lo esperado, a veces requiere tiempo. A partir del 2º mes les gusta la sensación de estar sin ropa y disfrutan del contacto con el agua.
Establece una rutina de baño en un mismo horario y de forma similar todos los días, pero adáptate a las necesidades del bebé, a partir del año comienzan a gatear y tocar todo, es recomendable aumentar la cantidad de baños a la semana.
Cada bebé es diferente, si descubres que el momento del baño no es placentero o le activa más que relajar, igual es mejor buscar otro momento del día para hacerlo (por la mañana, después de la siesta) para que no interfiera en el descanso de la noche.
A medida que crecen, las posibilidades aumentan, además de ser un momento relajante, también puede ser divertido. Incluye juegos, pinturas, cuentos de agua pomperos… cuando son más mayores, oscurecer el cuarto de baño e incluir barritas de luces de colores puede hacer que el baño sea muy divertido, bombas de jabón… puedes incluir todo lo que se te ocurra, mientras sea seguro.
Y después del baño, cubre a tu bebé con una toalla o capa para mantener la temperatura, no es necesario frotar para secarlo, abrázalo mientras lo acaricias de forma suave, háblale de forma calmada mirándole a los ojos. Ese momento os ayudará a reconectar para pasar al siguiente momento de la rutina de una manera relajada.
¿Tu hijo se relaja en el baño o por el contrario le activa?
En el próximo post os contaré cómo el masaje infantil favorece el apego. Si lo que quieres es más información sobre el sueño infantil sígueme en mis redes sociales, descárgate mi guía sobre sueño infantil y suscríbete a mi Newsletter.
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